Senadora Daniela Payssé - A los 100 años del general Liber Seregni
El 13 de diciembre la Asamblea General rindió homenaje al general Liber Seregni al cumplirse 100 años de su nacimiento.
Hablaron representantes de todos los partidos. Se hicieron presentes el presidente Tabaré Vázquez, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, ministros, autoridades civiles y militares, el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda.
Se transcribe el discurso de la senadora Daniela Payssé (AU/FLS/FA).*
Señor Presidente, agradezco esta oportunidad de referirme a una de las personas que más admiré y más ha influido en el camino político que he tomado.
Hombre libre que estuvo preso
“Hombre libre que estuvo preso durante diez años, militar que fue acusado de traidor por los traidores, figura de estatura internacional y a la vez afable vecino, apasionado conocedor de la historia y sus sorpresas, gran pintor, lector voraz, incansable militante”.
Las palabras de Fernando Butazzoni que acabo de leer sintetizan múltiples facetas del ser humano, del militar, del político del vecino, a las que se podrían agregar otras, igualmente esclarecedoras de su personalidad: sin duda el esposo -por siempre de su querida Lily-, el padre y el abuelo entrañable.
Lily
Al cumplirse el primer cuarto de siglo de la organización política de la que fue máximo líder, Seregni dijo, enlazando sentimientos muy hondos: “Estoy casado con Lily por toda la vida. Estoy casado con el Frente Amplio desde hace 25 años. Pero estoy casado con el Frente Amplio por toda la vida”.
Aunque las exteriorizaciones del amor por el Frente alcanzaron la notoriedad de las cosas públicas, el amor por Lily también fue inocultable aun en sus manifestaciones más tiernas y en las condiciones más adversas.
Las cartas que le envió desde la prisión, recopiladas por Blanca Rodríguez, constituyen una muestra conmovedora al respecto: “Hoy es domingo de tarde -le escribe a su esposa-. Sé que no estás sola. Pero si sintieras 'morriña', pon el disco de Albinoni que tanto me gusta y piensa que lo escuchamos juntos. No te recito 'Domingo sin tí', sino te recuerdo unos versos de Machado que canta el catalán Serrat: 'Todo pasa y todo llega, pero lo nuestro es mejor'”.
Los compañeros
En esas cartas a Lily siempre estuvieron presentes su pueblo, sus compañeros de “afuera”, los de otras cárceles -de los que nunca se olvidó-, y los que compartían la prisión con él: “Cuando te escribo sobre el régimen a que estamos sometidos y hago consideraciones respecto de esta situación que se nos ha impuesto, etcétera, y hablo sólo de mí, en primera persona del singular; no es que olvide a los compañeros que están en idéntica condición.
Simplemente es una forma de expresión, incluso a propósito. Pero no significa ni megalomanía no olvido, ¿tamo?”
General del ejército
Quiero destacar también otro rasgo de su personalidad, que lo marcó desde joven con orgullo: su condición de militar. La propia Blanca Rodríguez señala en la introducción del libro: “... la impronta militar, la suya, atraviesa todas las cartas, desde la primera, escrita al día siguiente de su detención, cuando no sabía qué suerte iba a correr, y en la que ya aparece su meticulosidad para la higiene personal y el atuendo, así como la necesidad de tener siempre a mano un uniforme impecable, además de los viejos compañeros de camino, los libros...”
Se percibe en las cartas “el reflejo de esa disciplina, (...) que fue clave para manejar sus emociones, a las que también disciplinó, para que su mujer no notara nada de su desazón, ni tampoco sus guardias, a quienes siempre quiso darles la imagen de un general del Ejército”.
“¡Padre Artigas, guíanos!”
Vayamos al gran político, a uno de los más grandes que dio este país. El Frente Amplio, el que junto a muchos otros fundó en 1971, fue concebido por él como obra colectiva, y como herramienta para hacer realidad esa patria del futuro que era al mismo tiempo la proyección de Artigas y de lo mejor de nuestra historia. Nos sigue emocionando aquella invocación al “Padre Artigas” en su primer discurso público en la explanada de la intendencia, el 26 de marzo de 1971.
Principios y flexibilidad
Seregni conjugó sus sólidas concepciones, sus arraigados principios, con una gran flexibilidad política, con su agudo sentido de la táctica y la relación de ésta con los objetivos.
Hablando en el Teatro Astral, en octubre del 86, enseñaba: “… nuestras bases programáticas no son una serie de formulaciones congeladas, para hoy y para siempre, sino que se deben ir adecuando a los cambios que van ocurriendo en la sociedad uruguaya y en su entorno internacional”.
Y agregaba: “Así vamos definiendo nuestro proyecto -nacional, popular y democrático- que muestra la firmeza de nuestros principios básicos y la flexibilidad de adaptación a los vaivenes y oscilaciones de la coyuntura”. (Discurso en el Teatro Astral, 4 de octubre de 1986)
La vocación de diálogo y la concertación
Otro rasgo esencial de Seregni es su profundo espíritu democrático y republicano. Decía: “… vivir en democracia (...) exige aceptar al otro -esencia del pluralismo- y cultivar la tolerancia, para poder asegurar la convivencia”. (Promoción de una cultura democrática: prácticas y valores, Montevideo, 26 de noviembre de 2002, Seminario "La cultura democrática")
Esa identificación profunda con la democracia, que se nutre de ideales de justicia social, libertad, equidad, lo hace actuar en función de otra idea fuerza que signó su trayectoria política: la búsqueda de acuerdos: la concertación, uno de los puntales de su concepción política.
La mañana siguiente
Todos sus actos se afincaron en el presente, pero, al mismo tiempo, como aspecto esencial de su talento de estratega (no es casual que retirado de su actividad política activa haya fundado el Centro de Estudios Estratégicos 1815, usina de elaboración de políticas de Estado), tratando de atisbar “la mañana siguiente”.
Y lo cito: “Yo les he dicho siempre a mis compañeros que importa la decisión que tomamos, pero importa por sobre todo la mañana siguiente. Todas nuestras decisiones deben estar pensadas, calculadas y jugadas con la responsabilidad, por sobre todo, de la mañana siguiente”. (Discurso en la explanada de AFE, 5 de febrero de 1996)
Sí, esa mañana siguiente, que tenía que ver con las consecuencias de los actos, se proyectaba y se enlazaba siempre con el futuro.
Por eso decía varios años antes de que el Frente llegara al gobierno nacional: “... hemos puesto mucho empeño en cambiar la mentalidad clásica de la izquierda -fundamentalmente crítica, contestataria, testimonial, teórica- y (forjar) una necesaria mentalidad de gobierno, capaz de llevar a la práctica, en el momento preciso y con las características adecuadas, verdaderas soluciones”. (Brecha, 20 de febrero de 1987)
Ética de las convicciones y ética de la responsabilidad
Un valor muy alto para Seregni fue la responsabilidad. En su último discurso, el 19 de marzo de 2004, en el Paraninfo de la Universidad, expresó: “...yo también sentí, como muchos de ustedes, la vigencia del dilema que planteaba Max Weber hace 80 años”: “... el dilema de la posible oposición entre la ética de las convicciones y la ética de las responsabilidades.
Cuando uno tiene un cargo, cuando uno habla en nombre de otros, no es uno solo el que habla, y eso limita seriamente las posibilidades de expresión propias. Esto debe ser tenido muy en cuenta (...) cuando juzgamos las conductas de gobernantes y de líderes políticos”.
Seregni hacía de la palabra empeñada un compromiso: “Para mí, mi palabra es un capital fundamental de mi accionar personal y político”, dijo al renunciar a la Presidencia del Frente, en el acto en la explanada de AFE el 5 de febrero de 1996.
Es coherente con estas concepciones que el General no buscara culpas en otros para justificar errores propios. Por eso sostuvo: “… si dedicamos las mayores energías a buscar enemigos -externos o internos- para justificar nuestras fallas, caemos en una forma de escapismo fácil e inconducente”. (Club Defensor, 13 de junio de 1987)
La unidad del Frente Amplio
Uno de sus mayores desvelos fue la unidad del Frente Amplio. Decía al respecto: “Nuestra fuerza está en los distintos grupos políticos que integran el Frente, pero también está en el frenteamplismo.
El frenteamplismo es lo que arraigó, es lo que penetró en la sociedad uruguaya. (...) Tenemos que sentir profundamente el frenteamplismo, porque ello nos dinamiza, nos abre caminos para entrar en nuevos escenarios. Porque además es la mayor garantía de la unidad”. (Teatro Astral, 4 de octubre de 1986)
Pero el desvelo por la unidad y por la fortaleza del Frente Amplio se tradujo en hechos concretos. Señalo uno, de singular importancia histórica: cuando en 1982, oponiéndose a otras visiones dentro del Frente, llamó desde la cárcel a votar en blanco.
Recordemos que en aquella instancia la dictadura prohibió la comparecencia del FA en las elecciones internas de los partidos. Decenas de miles de votos en blanco le gritaron a los dictadores: aquí está el Frente Amplio que ustedes quisieron destruir, ¡sigue vivo!
Una vez más Seregni fue más allá de lo táctico y pensó en la mañana siguiente.
¡Nos dio lecciones sobre tantos temas!
Seregni ahondó en temas como la producción, la ciencia y la tecnología, la educación, la cultura, el arte y la literatura (Fue un hombre extraordinariamente culto).
Nos dio lecciones sobre temas como las relaciones entre el gobierno y la fuerza política que lo ejerce; las alianzas sociales; la relación con el movimiento sindical y con otras organizaciones de la sociedad civil; la inserción internacional del país. Era capaz -para decirlo en sentido figurado, obviamente- de tener todo el mundo en su cabeza.
El combatiente por la paz
Paz: otro término que asociamos con Seregni. ¿Cómo no valorar su papel en aquellas horas terribles en que se acercaba el golpe, cuando convocó al país a darlo todo para lograr “paz para los cambios, y cambios para la paz”? Quiero destacar lo que Seregni hizo por la paz.
Lo que hizo antes de la dictadura y para terminar con la dictadura (recordemos de paso su señera consigna: “Movilización-Concertación-Negociación”), y lo que hizo ya en democracia por la convivencia, por la búsqueda de acuerdos, por el Nunca más.
Por el cultivo de la memoria como condición del fortalecimiento democrático: “... no hay memoria sin olvido -decía-.
El problema individual de cada uno de nosotros y de la sociedad entera es saber y poder qué olvidar para mejor recordar aquello que no puede ni debe olvidarse”. (Discurso en el Paraninfo, 19 de marzo de 2004)
Más allá de su patria
Fue un patriota y un internacionalista, un hombre comprometido con el destino de América Latina.
Recuerdo aquella gira por varios continentes, que él llamó una peregrinación laica, para agradecer la solidaridad que recibió el pueblo uruguayo durante la dictadura, gira en la que fue galardonado por gobiernos e instituciones internacionales por su contribución a la libertad, la paz, la democracia y la dignidad.
La vida para Seregni
¡Qué vida la de Seregni! De alguna manera resume su sentido en aquel pasaje de su último discurso, el que dio ante un Paraninfo desbordado de jóvenes y de gente de todas las generaciones; cuando dijo que desde ese momento -al cumplir 87 años y luego de una vida intensa- se confinaría en un ropero, pero no se resignaría a abstenerse de pensar. Y expresó: “… la vida es pugna, la vida es lucha (…) si yo vivo, existo y soy, puedo pensar, y entonces, mis amigos, dentro del ropero seguiré pensando.
Y si en un momento siento la necesidad de pelear, lo haré contra las puertas del ropero…”
El líder político
Voy a finalizar citando a alguien que admira mucho al General, con el que compartió tiempos muy diversos, hermosos y también duros, de lucha política intensa, de militancia frenteamplista inclaudicable: nuestro compañero, el ministro Danilo Astori.
“Seregni sintetizó esos múltiples aportes de una manera inmejorable, impecable, porque fue capaz de construir anticipando. Seregni proponía rumbos y posturas que luego obligaban a todos los frenteamplistas a pensar y discutir. En las grandes decisiones supo ir siempre un tramo adelante, (...) escuchar, (...) decidir con todos; (...) por eso el Frente Amplio es impensable sin él”. (Discurso en la Cámara de Senadores, 22 de marzo de 2004)
El Uruguay también es impensable sin él
Sí, señor presidente, el Frente es impensable sin él, y quiero agregar que también el Uruguay es impensable sin él. Muchos de los logros, de la disposición a asumir desafíos, de las esperanzas que viven en este país y en su pueblo, son impensables sin él.
Él ha sido el primero de aquellos “obreros de la construcción de la Patria del futuro” que invocó en su discurso al salir de prisión.
Nos sigue guiando; sigue y seguirá alentándonos a proseguir.
Muchas gracias.
* Se han intercalado subtítulos