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Miércoles, 05 08 2020
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América Latina

Uruguay es el último de A. Latina en volcar recursos contra la pandemia

Pese a las fortalezas financieras del país, que lo ubican en una situación de privilegio en Latinoamerica, ha volcado solo US$ 250 millones en cuatro meses para combatir la pandemia y sus efectos

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)

El gasto fiscal para mitigar los efectos de la crisis sanitaria y económica ha escalado a niveles sin precedentes en el mundo. Sin embargo ello no sucede en nuestro país, donde según cifras oficiales el Estado ha volcado solo 250 millones de dólares en cuatro meses para combatir la pandemia y sus efectos, lo que equivale a medio punto del producto interno bruto (PIB), uno de los porcentajes más bajos en América Latina.

Ello es aun más injustificable teniendo en cuenta que Uruguay es el país latinoamericano con mayor solidez financiera, el de mayor PIB per cápita, con grado inversor, con la mejor composición de su deuda, entre otras fortalezas.

Esto es algo que el gobierno se ha negado a reconocer (aunque en su información a inversores internacionales sí lo ha hecho), y que solo se puede explicar por su orientación, que no ubica entre las prioridades la atención de los efectos sociales y económicos de la pandemia. Estos tienen relación con los sectores más desprotegidos, pero no solo con ellos, sino que los efectos están sintiéndose y lo harán cada vez más en los trabajadores en general, en la clase media y en gran parte del empresariado (y no solo en las micro, pequeñas y medianas empresas, MIPYMES).

El proyecto de Presupuesto del gobierno expresa claramente esta línea. El gobierno ha manejado acertadamente la respuesta sanitaria, para lo cual ha contado con un sistema de salud que incluye a la casi totalidad de los habitantes, con los aportes de la ciencia y con valores culturales incorporados en la población a lo largo del tiempo.

Pero tal desempeño sanitario, que el FA siempre ha reconocido, no justifica el manejo de los factores económicos y sociales que hace la coalición multicolor, ni que el oficialismo rehuya al diálogo con la oposición sobre estos temas.