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Jueves, 28 03 2019
(Tiempo estimado: 7 - 13 minutos)
Boletín

Consejos de salarios - Exportadores - Caso Barboni - Picasso - Educación

En dos años se realizaron 205 consejos de salarios con 94 % de acuerdo entre empresarios y trabajadores

Uruguay tiene la ronda de negociación colectiva más grande de su historia, con la realización de 230 consejos de salarios en los últimos dos años, de los cuales ya se resolvieron 205 casos en los que se alcanzó el 94 % de acuerdo entre empresarios y trabajadores, y se lograron cláusulas de paz y prevención de conflictos en el 100 % de los casos, informó el ministro de Trabajo Ernesto Murro tras participar de la ceremonia de bautismo de la Draga 11 "21 de julio" en el Puerto de Montevideo.

Destacó, además, la negociación laboral previa en el caso de la construcción de la draga del puerto de Montevideo, que se tratará de replicar en la segunda planta de UPM.
“En el mundo nos preguntan cómo hicimos eso”, expresó.

En ese marco, destacó la importancia de la negociación previo a los proceso, y puso por ejemplo que con la obra de la draga 11 se hizo un acuerdo laboral antes de comenzar los trabajos, lo cual facilitó concretar la obra sin conflictos.

Adelantó que lo mismo se quiere hacer con la nueva planta de la empresa celulosa finlandesa UPM, para lo cual se está trabajando.

Exportadores muy conformes tras reunión con Tabaré

Se seguirá trabajando en mejorar aspectos que son negativos para la competitividad

El presidente Tabaré Vázquez se reunió con representantes de la Unión de Exportadores del Uruguay para analizar la realidad del sector y una serie de solicitudes de los empresarios.

Luego del encuentro, la presidenta de la organización, Andrea Roth, calificó a la reunión como muy productiva. El presidente tomó nota sobre los resultados y avances de grupos de trabajo de la Unión de Exportadores que tienen el cometido de analizar la competitividad del sector en las áreas de logística portuaria, costos de producción y acuerdos comerciales, dijo.

Roth agregó que en un mes volverán a reunirse para poder seguir trabajando para mejorar en varios aspectos que son negativos para la competitividad: costos portuarios, algunas tasas obsoletas, tiempos y costos burocráticos con los ministerios.

Secretaría de la Presidencia difunde fallo contundente a favor del Banco Hipotecario del Uruguay

El Tribunal de Apelaciones en lo Civil de Primer Turno falló por unanimidad a favor del BHU. La sentencia confirma la anterior de primer grado dictada por el Juzgado Letrado en lo Civil de Segundo Turno y el fallo unánime del Tribunal de lo Contencioso Administrativo en demandas cruzadas entre el BHU y el Grupo Barboni, y condena “in solidum” a los integrantes de ese grupo a restituir y resarcir al BHU los daños y perjuicios.

Se trata de una instancia más del juicio por la posesión de la Estación Central, que entabló la empresa Glenby SA, de Barboni, por no haber podido hacerse con ella tras ganar una licitación llamada por el Banco Hipotecario en 1999, durante el gobierno de Julio María Sanguinetti.

Se rechazó la indemnización multimillonaria que pretendía Barboni del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU), consistente en la suma de 3.127.078.262 de pesos.

La monolítica posición de los tribunales y sedes actuantes comprueba el estricto apego del Estado-BHU, por el cumplimiento de las reglas de derecho vigentes, en línea con el derecho a la certeza y seguridad jurídica.

  • Acceder a sentencia definitiva del Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Civil de Segundo Turno n.º 27/2017, del 13 de junio de 2017
  • Acceder a sentencias del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de Primer Turno n.º 167/ 2019, del 6 de marzo de 2019

“La muestra de Picasso, Coloca al museo a nivel de los mejores”, dijo Sergio Mautone

Las cuarenta y dos obras de Pablo Picasso a ser exhibidas en montevideo pertenecen en su mayor parte a la colección del Musée National Picasso-Paris.

El director Nacional de Cultura, Sergio Mautone, expresó a La República la importancia de recibir una muestra muy potente como la de Picasso, que por primera vez trae este formidable artista al Uruguay.

Destacó que esta oportunidad ha exigido “implementar algunas acciones que van a permitir que partir de ahora Uruguay esté preparado para traer muestras de gran porte”.

El secretario general de la OEI analizó la situación de la educación uruguaya en el contexto de la región y el mundo.

Mariano Jabonero es secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) desde el año pasado.

Esta semana llegó a Uruguay para participar en el décimo Congreso Iberoamericano de Educación Científica, que empezó el lunes y se cierra hoy, bajo el lema “Enseñanza y aprendizaje de las ciencias en debate”.

Jabonero es profesor en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid y en su trayectoria académica se ha especializado en estudiar la educación iberoamericana.

Entrevistado por la diaria, Jabonero habló de los desafíos de la educación a nivel mundial y para América Latina. Además, el secretario general de la OEI consideró que el sistema educativo uruguayo es uno de los mejores de la región, y valoró especialmente la implementación del Plan Ceibal, aunque entendió que tiene el desafío de dar un “salto de calidad”.

¿Cuáles son los principales desafíos de la educación a nivel global?

El primer desafío es el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible [de la Organización de las Naciones Unidas], concretamente el número cuatro, que se refiere a la educación.

Plantea que se debe asegurar un sistema educativo de calidad a toda persona, niño o adulto, que sea equitativo, que no produzca desigualdades sino que las corrija, y que sea inclusivo, que no deje a nadie atrás.

Hay personas que entran a la educación que tienen hándicap porque provienen de familias con menor nivel de renta, de minorías culturales, lingüísticas o étnicas, o de zonas rurales.

En muchos sitios, la educación no está contribuyendo a disminuir la brecha de desigualdad e incluso en algunos lugares puede estar perpetuando sociedades de castas, diferenciadas por el acceso a una educación de buena calidad, a buenos recursos de información y comunicación, y de otros que no tienen acceso a ese tipo de recursos.

Además, la escuela, que es una institución social e histórica de construcción de conocimiento y ciudadanía, en este momento está viviendo en una sociedad de la información en la que los algoritmos están condicionando la vida de los ciudadanos y muy especialmente la de los más jóvenes, que reciben mucha información.

Hasta ahora la escuela les decía: no te preocupes, vas a ordenarla y a hacer con esa información lo que quieras.

Ahora ya no tienen capacidad para ordenarla; esa situación los está condicionando. El chico tiene que saber discernir lo que le importa y lo que no, y, al final, aprender a ser él mismo; ese es el gran reto, en un tiempo en que intentan condicionarle hasta el gusto por el tipo de ropa que se va a comprar.

¿En qué lugar está posicionada Latinoamérica en relación con estos desafíos?

Es la cuestión de la botella medio llena o medio vacía. El continente americano es el único del mundo que cumplió con los objetivos del milenio en educación [fijados en el año 2000]. Es un dato insólito y quizá poco conocido en la región. En América hay una tasa de escolarización de 100% en educación primaria y básica.

Es verdad que en algunos países eso ocurre desde hace más tiempo y en mejores escuelas, pero entran todos a la escuela. Un segundo dato es que América es la región que más invierte en educación, en el entorno de 5,2% del Producto Interno Bruto, por ejemplo, frente al 4,6% que invierten los países de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos].

Hay una fuerte inversión, pero no es suficiente: a lo mejor no se invierte en lo que más hace falta o en aquello en que se producen mejores efectos.

Por otra parte, también hay una fuerte desigualdad interna. Un niño de cualquier país de América Latina que viva en zona rural y pertenezca a una minoría étnica enfrenta desigualdades de entrada y un reto muy importante para poder obtener rendimientos similares a los de otros chicos.

En la región ha habido avances en aspectos cuantitativos, pero en la calidad los avances son limitados.

¿Cómo ve a la educación rural en la región, un área en la que la OEI ha impulsado un proyecto para ampliar la conexión a la energía eléctrica?

En los últimos 50 años, América se ha vuelto muy urbana. El peso político, demográfico y económico del campo ha bajado. Sigue siendo una región productora de materias primas, pero con una producción muy tecnificada; antes ocupaba mucha mano de obra, mientras que ahora no lo hace.

La zona rural ha perdido peso y aparece en menor medida en la agenda política. En algunos países que cuentan con alta población indígena, como Bolivia, Ecuador, Colombia y México, esa población vive casi exclusivamente en zonas rurales.

La atención a la diversidad, que en este caso tiene que ver con cuestiones principalmente lingüísticas y culturales, a veces no es bien resuelta por los sistemas educativos. Lo que hicimos desde la OEI en los últimos años son algunos programas específicos para las zonas rurales, con el objetivo de compensar esa desigualdad.

Por su parte, esas zonas no tienen acceso a algo fundamental: la información. Con el programa Luces para Aprender se ha instalado energía eléctrica en zonas rurales, porque la energía eléctrica es como un tubo por el que entra todo: conocimiento, información, bienestar.

Son un montón de factores. Seguimos con el programa, con el que hemos llegado a cientos de escuelas, desde México hasta Argentina, y recibimos un premio mundial de la Fundación Qatar. El proyecto es de una tremenda rentabilidad social.

¿Cómo se ubica Uruguay en el contexto latinoamericano?

En Uruguay hay una cierta relación crítica hacia la educación, y ese es un buen síntoma. Cuanto más avanzan los sistemas educativos, la población exige más; cuanto más educación, más crítico eres.

Hace unos años, se hizo una encuesta en todos los países de América, que dio como resultado que el país más crítico con el sistema educativo era Chile, que es el que tiene el mejor sistema educativo, y el que alababa más a su sistema educativo era Nicaragua, que tiene el peor. Uruguay es de los países que tienen mejor rendimiento educativo de América, es un hecho evidente.

En las pruebas de evaluación externas que se aplican habitualmente, como las pruebas PISA [Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos], los resultados de Uruguay están por encima de la media de la región.

En Uruguay se aprecia la educación, la población es exigente con el sistema educativo, y es uno de los tres países que tiene un sistema educativo con más estabilidad y mayor nivel de desarrollo, junto con Chile y Argentina.

Entre otros motivos, porque son países que tienen una larga tradición en la materia. Otros países, por ejemplo El Salvador o Guatemala, acaban de salir de guerras civiles hace pocos años, y su educación ha surgido de sistemas muy desmantelados. Uruguay tiene un reto, que es pegar el salto de la calidad hacia un nivel para el siglo XXI.

¿Cómo se visualiza el Plan Ceibal desde otras partes del mundo?

Es un programa líder en la región, incluso muy reconocido fuera de América. El Plan Ceibal fue de los primeros programas de digitalización de la escuela y de conectividad. Junto con el Plan Ceibal surgieron el Magallanes en Venezuela y el Huascarán en Perú; creo que fueron los tres primeros.

La realidad es que el Plan Ceibal es el único que sigue en pie y que ha tenido continuidad en el tiempo. Ceibal genera una amplia conectividad en la escuela, y la mejor educación no viene sólo por la conectividad, que es un tema más bien comunicativo, por lo que se deben aportar contenidos educativos, maestros con buena formación y cualificar la educación.

El Plan Ceibal es un recurso excelente para contar con educación de más calidad y más inclusiva.

Usted ha defendido la educación emocional. ¿Cuál es su importancia?

Supone que un chico o una chica tenga capacidad de equilibrio emocional, de ser resiliente, de reaccionar positivamente ante la dificultad, de trabajar en equipo, entenderse, comunicarse, hablar. Hace cuatro o cinco años, el BID [Banco Interamericano de Desarrollo] hizo una encuesta entre empleadores en tres países de América:

Argentina, Chile y Brasil. Se les preguntaba si para contratar a alguien valoraban más las competencias específicas –cómo manejar la máquina–, las competencias generales –matemáticas, ciencias– o las competencias socioemocionales.

Los empleadores dijeron que las específicas no les hacían falta y las generales sí, pero en un entorno de 20% a 30%; más de 70% marcaba la importancia de las competencias socioemocionales: saber trabajar en equipo, ser puntual, correcto, comunicarse bien, ser respetuoso con los compañeros.

Todo eso es lo que más valoran los empleadores. Ese tipo de competencias son fundamentales.

Cuando estaba en carrera para la secretaría general de la OEI decía que había que cambiar el modelo de cooperación con América Latina. ¿A qué se refería?

Lo decía porque en América Latina hay muchos organismos trabajando en cooperación y en la OEI hemos tenido una situación de éxito.

El modelo tradicional de cooperación era, más o menos, que el de un país rico que le da al pobre, mientras que el pobre recibe, da las gracias y hace lo que el país rico le dice.

El modelo de cooperación que hemos planteado en la OEI y con el que empezamos a trabajar hace mucho tiempo es una cooperación sur-sur, de la región y para la región.

En este momento, la OEI es el único organismo de cooperación enmarcado totalmente en el modelo sur-sur. Eso da sostenibilidad, porque es la única organización que crece de manera sistemática y que demostró, por otra parte, que la región se ha apropiado de la OEI.

En unos países tenemos más actividad, en otros menos; eso varía por economías, por momentos políticos, pero 98,5% de la actividad de la OEI es de la región y para la región.

¿Cómo ha sido el vínculo con las políticas educativas de Uruguay?

Siempre hemos desarrollado políticas de acompañamiento al ministerio [de Educación y Cultura] y a otros organismos. Nosotros no podemos suplantar la soberanía nacional: lo que el gobierno legítimo diga es lo que corresponde hacer.

Con la sociedad civil ocurre lo mismo con aquellas organizaciones cuyos objetivos son afines a la actividad de la OEI. En este momento el país en el que tenemos más actividad es Colombia, y en buena medida tiene que ver con que la OEI fue un actor muy presente en el proceso de paz de los conflictos con la guerrilla de las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia].

Referencias

Escribe: Facundo Franco en En común | La Diaria, 28/03/2019