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Sábado, 10 12 2016
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Aniversario

100 años de Seregni – Caminando unidos en el FA nos vamos a encontrar con él – Homenaje en AU

El pasado 9 de diciembre se realizó en la sede central de Asamblea Uruguay un acto con motivo de los 100 años del nacimiento del general Liber Seregni.

Recuerdos, anécdotas y vivencias del General

Los oradores compartieron años de lucha política, y algunos de ellos de prisión, con el principal referente histórico de la izquierda uruguaya, militar demócrata y dirigente político con estatura de estadista. Estuvo presente Bethel, la hija del general.

Los videos de todas las intervenciones se encunetra en el canal de youtube Asamblea Uruguay oficial

Bottinelli: La gran virtud de seregni fue su especial capacidad estratégica

Óscar Bottinelli habló desde su experiencia junto al general Liber Seregni, del que fue secretario político en los comienzos del Frente Amplio.

Recordó que el general, que venía del ámbito militar, se diferenciaba del lenguaje y la gestualidad característica de los políticos, con los que no llega a mimetizarse. Era un político, sin duda, pero “de estilo distinto”.

“La gran virtud de Seregni fue su especial capacidad estratégica”, subrayó. En su opinión, es frecuente que los políticos se centren demasiado en lo táctico, en lo más o menos inmediato, y no vean lo lejano, lo estratégico.

Bottinelli ejemplificó con la conducta de Seregni en la salida democrática del 84. El objetivo estratégico, por encima de cualquier otro, era terminar con dictadura.

La sustitución de un régimen puede ser por derrota interior (como sucedió en Nicaragua, donde el Frente Sandinista venció por las armas a la dictadura de Somoza), por derrota exterior (como pasó en Grecia y en Argentina al lanzarse a la guerra con Gran Bretaña, que la derrotó y se generó un debilitamiento extremo de la dictadura), por otorgamiento del gobierno, como pasó en España con el franquismo, o mediante una salida “consocional” en la cual cada uno cede una parte, como aconteció en Uruguay.

El director de Factum señaló que para el propio Frente Amplio esto no era sencillo pues suponía hacer concesiones sobre cosas sentidas por la izquierda y también por otros sectores (Pacto del Club Naval), por lo que Seregni debió convencer dentro de su propia fuerza para que se aceptara que la solución requería “preservar y entregar”.

O sea, lograr lo fundamental, la salida democrática, y conceder ciertas cosas.

Eso fue posible en base a una política diseñada por Seregni basada en tres factores: movilización, concertación y negociación. Esa concepción logró el gran objetivo estratégico de la salida democrática, evitando otros caminos de incierto desenlace, concediendo determinadas cosas (elecciones con políticos y sectores proscriptos, por ejemplo).

Según Bottinelli ese modelo de salida, que logró el gran objetivo de volver a la democracia, de ir a la amnistía que permitió la liberación de todos los presos, etcétera, tuvo en Seregni a un estratega fundamental.

Baráibar: Seregni tomaba de todos y hacía la síntesis

Carlos Baráibar también fue secretario político de Seregni, al que conoció en 1970 y con el que estuvo vinculado hasta la muerte del general. La síntesis que significó el Frente Amplio no hubiese sido posible sin el papel jugado por Seregni, complementando la disposición unitaria de los sectores fundacionales.

“Tomaba de todos y hacía la síntesis”, expresó Baráibar. Entiende que se puede hablar de “una ideología frenteamplista, que tiene de casi todos los sectores que lo han integrado, y que se construyó en torno al pensamiento de Seregni”.

Los largos años de dictadura fueron una prueba para el FA, y preservar la unidad en 1984 no fue tarea fácil. En ello también Seregni fue determinante, afirmó el ex legislador.

Baráibar dijo que después de su renuncia a la presidencia, en 1996, “Seregni siguió trabajando para hacer crecer al Frente”. Asimismo hizo hincapié en la preocupación del general por la participación de las bases y la importancia de los comités.

Halty: “Cuando el tiempo se ponga amarillo en la fotografía” de Seregni, él va a seguir predicando

Julio Halty, también militar perseguido por la dictadura, recordó que el primer discurso de Seregni ante su pueblo lo dio desde el techo de un vagón del ferrocarril durante las inundaciones de 1959 en Paso de los Toros, tratando de convencer a la gente de que abandonaran sus casas con lo indispensable. El general estuvo al frente de aquel difícil operativo.

Recordó cuando lo conoció, siendo Halty un joven oficial y Seregni un general recién ascendido, en 1963. Fue en un centro de enseñanza militar, ante muchachos muy jóvenes. “Ahí vi que no estaba ante un general más”, expresó el disertante.

En 1984, Halty se integró a la militancia en el FA trabajando junto a Seregni. Como varios oradores, se refirió a su capacidad y a su calidez humana. Destacó la huella que dejó el general, su preocupación por la unidad del Frente que debe seguir presente.

“Pasó el tiempo, Seregni ya no está, pero no lo podemos defraudar”, expresó. Evocando una imagen del poeta Miguel Hernández (“cuando el tiempo se ponga amarillo en mi fotografía”), Halty finalizó diciendo: “Cuando el tiempo se ponga amarillo en la fotografía de Seregni, él va a seguir predicando”.

Jauge: Trabajar junto a Seregni fue un regalo

Martha Jauge consideró un privilegio haber trabajado junto al general Seregni: “Fue un regalo. Todos los días eran algo nuevo. Junto a él aprendí muchísimo”. Detrás de su severidad, afloraba una personalidad tremendamente humana, expresó.

Jauge estuvo ocho años en la Comisión de Programa del FA, bajo la presidencia de Seregni. “A veces podía no gustarle algo que hacíamos, pero jamás tuvo una palabra fuera de tono”, señaló al destacar el clima de compañerismo y respeto que él generaba.

Un aspecto en el que se extendió la disertante fue la capacidad negociadora de Seregni, cuando en un área a veces sensible como la programática surgían diferencias.

Seregni, “que era pícaro”, nos aconsejaba llegar a las reuniones con propuestas de modo que la discusión pudiese centrarse en las mismas y evitar dispersiones y que se derivase hacia intercambios desordenados e infecundos.

“Siempre la calma ante las diferencias: ‘no importa, vamos a negociar’, nos decía. Siempre negociar era una prioridad”, subrayó Jauge.

Igorra: Sabíamos los militares demócratas que cuando había ruido de sables debíamos ir junto a Seregni

Jaime Igorra fue compañero de celda de Seregni en el sexto piso de Cárcel Central. Evocó distintas etapas de la vida del líder del FA poniendo énfasis en el profundo sentido democrático de Seregni.

Recordó que cuando los blancos ganaron y debían asumir el gobierno en 1959, un grupo de generales colorados estaba reacio a que se entregue el gobierno.

Esa situación hizo que se retrasara el desfile militar previsto y que se generara una situación de tensión. Seregni, que era batllista, fue el militar a cargo del desfile y dio una señal clara al indicarle al electo Martín R. Echegoyen que ocupara su lugar en el palco y que la ceremonia comenzara.

Todo transcurrió de acuerdo a las normas constitucionales, algo que fue para Seregni una cuestión de principios en todas las instancias de su vida, como militar y como político.

“Ya sabíamos los militares demócratas que cuando había ruido de sables -en una época en la que se venía la escalada golpista y se acercaba el Plan Cóndor-, si se armaba la gorda había que ir junto al general Seregni”, dijo Igorra.

Recordó que dos militares de ultra derecha, Aguerrondo y Rivas, intentaron hacer un homenaje a los militares caídos en enfrentamientos con la guerrilla.

Seregni entendió que eso hubiese sido politizar a las Fuerzas Armadas, por lo que desbarató ese intento. Por ese entonces estaba al frente de la Región Militar Nº 1, con asiento en Montevideo, la más importante.

Fue en esa etapa que, dadas las actitudes represivas del gobierno y la utilización de las FFAA para actuaciones reñidas con su función, pidió el pase a retiro. Poco después participaría en la fundación del Frente Amplio.

Repasó la etapa en la que Seregni fue preso. Aunque nunca habló de las torturas que le infligieron, le confesó a su esposa Lily que las sufrió especialmente en el cuartel de Maldonado, uno de los lugares donde estuvo recluido.

Igorra se refirió a la decisión de Seregni de no acompañar el llamado “voto útil” en las elecciones de los partidos en 1982, que consistía en que los frenteamplistas respaldasen a los sectores progresistas de los partidos tradicionales.

El FA no podía participar, y siguió la directiva del general, enviada desde la prisión, de votar en blanco. Según Igorra, eso salvó al FA y permitió su continuidad.

Finalizó recordando la reunión que Seregni, ya próximo a su muerte, mantuvo con Tabaré Vázquez y Danilo Astori, a quienes trasmitió su convicción de que el Frente ganaría las elecciones nacionales, como efectivamente sucedió. Él ya no estaba, pero fue determinante para que sucediera el triunfo por el que tanto bregó.

Astori: Si caminamos unidos nos vamos a encontrar con Liber Seregni

Danilo Astori -que trabajó estrechamente junto a Seregni y le acompañó en la fórmula presidencial del FA como candidato a la vicepresidencia en las elecciones de 1989- cerró la oratoria. “A Liber Seregni lo llevamos adentro todos los días”, comenzó diciendo.

“Ahora el país y el mundo son distintos” que cuando él vivía, hay nuevas situaciones, nuevos desafíos para una fuerza política que es protagonista de una transformación. Y ante cada situación complicada tendemos a pensar lo que hubiese hecho Liber Seregni”.

Sostuvo que en el último discurso de Seregni, en el Paraninfo, poco antes de su muerte, “se aprecia la visión cargada de futuro” que lo caracterizaba. Puso como ejemplo de esa visión la consigna del voto en blanco de 1982.

“Yo diría que eso permitió una resurrección del Frente. Y recuerdo también su visión de largo plazo en un tema que nos dividió (a los frenteamplistas): la reforma constitucional. Seregni vio que la eliminación de las candidaturas múltiples y de los efectos de la llamada ley de lemas fortalecerían al sistema política y ya no habría más presidentes electos con la cuarta parte de los votos, o menos, lo que generaba gobiernos con una correlación de fuerzas muy débil. Seregni lo vio”, enfatizó Astori.

Insistió con la necesidad de valorar “el discurso y la acción política cargados de futuro”, lo que se liga con el sentido de la responsabilidad que caracterizaba a Seregni.

“Cuando uno habla en nombre de otro, no es uno el que habla’, decía Seregni. Siempre ponía los intereses de la patria por encima de cualquier interés”, expresó el ministro de Economía.

Se refirió al “profundo sentido republicano” de Seregni. “Fue un cultor de la unidad frenteamplista. En su discurso del Paraninfo recuerda a los grandes fundadores del Frente Amplio; ellos cortaron todos los alambrados. Y sería un terrible pecado separar las chacras chicas”, dijo Astori. Llamó a “no herirnos unos a otros”, por lo que es necesario discutir democráticamente las diferencias, resolver también democráticamente y acatar lo que se decida.

Esos tres momentos de la disciplina que debemos mantener en el FA los hacía cumplir Seregni de la mejor manera: “Iba a las discusiones con vocación de acuerdo, no a ganarle al otro; a veces vamos a torcerle el brazo al otro”, lamentó Astori. E insistió: “Seregni no iba a una discusión a ganar; iba porque quería acordar, aunque en ese acuerdo cada uno perdiese un poco de su identidad”.

También “fue un gran autocrítico: no culpemos de nuestros errores a los adversarios, decía”. “Sepamos reconocer cuando nos equivocamos”.

“Después de doce años sin él es necesario mantener su ejemplo. Sigamos con mucha convicción caminando hacia el futuro -ojalá abrazados-, porque si caminamos unidos nos vamos a encontrar con Liber Seregni”, finalizó.

Astori mostró la placa con la inscripción “Sala Liber Seregni” que desde ahora da nombre el ámbito donde se realizan las reuniones del Consejo Político Nacional de Asamblea Uruguay.

Durante el acto se exhibió un emotivo video con declaraciones de Seregni y de su esposa Lily.