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Domingo, 02 05 2021
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Claudia Hugo

Saludos a los trabajadores en este 1° de Mayo

Claudia Hugo, diputada de Asamblea Uruguay/Frente Amplio, se refirió a la situación del país y los trabajadores en un artículo publicado en el Suplemento de La República dedicado al 1º de Mayo, que se reproduce seguidamente.

Claudia Hugo, diputada de Asamblea Uruguay/Frente Amplio. FOTO: AU Canelones

En ocasión de una nueva conmemoración del día de los trabajadores, en este 1º de mayo atípico, quiero saludar a los trabajadores y las trabajadoras en sus más diversas manifestaciones, quienes trabajan en relación de dependencia en el sector público o privado y quienes lo hacen fuera de la relación de dependencia.

Recordar a los mártires de Chicago en aquella lucha que tuvo su punto de mayor violencia hacia los trabajadores en el mes de mayo de 1886, donde el 1º de mayo de ese año comenzaba la Huelga general bajo la consigna “ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”.

Viviremos un 1º de mayo atípico, no por ser la primera vez que nos enfrentemos a dificultades económicas o sociales, sino porque se cumple un año de la pandemia - con sus efectos sociales y económicos - y porque luego de 15 años de crecimiento ininterrumpido del salario donde se lograron mejoras sustantivas en las condiciones laborales, a través de un formidable instrumento democrático como lo han sido los Consejos de Salarios, nos encontramos hoy, ante “la crónica de una muerte anunciada”.
Cuando en campaña electoral advertíamos que, en base a varios anuncios de distintos candidatos de la coalición electoral, actualmente gobernante, se podía prever una pérdida de las conquistas obtenidas en los tres períodos de gobierno progresista, se nos acusaba de instalar “cucos”. Es cierto, sobrevino la situación de pandemia, generando verdaderos problemas que trascienden ampliamente lo sanitario, generando una crisis social y económica, cuyas consecuencias, lamentablemente, aún no han terminado y continuarán afectando a miles y miles de uruguayas y uruguayos.

Sin embargo, pese a la ingeniería publicitaria y marketinera que rodea todo el acontecer del actual gobierno, que subestima la inteligencia de todas y todos, no se puede esconder la responsabilidad del gobierno, ya que luego de un año de su asunción, hay 100.000 personas más en situación de pobreza y 60.000 trabajadoras y trabajadores que perdieron su trabajo al cierre del año 2020.

Medidas acertadas, pero profundamente insuficientes. El Frente Amplio, como fuerza constructiva y constructora, acompañó y apoyó medidas como la flexibilización del seguro de desempleo (seguro de desempleo parcial) y algunas medidas de alivio fiscal a pequeñas y medianas empresas, pero se insistió con la insuficiencia de las medidas. Muchas familias, entre ellas, mujeres jefas de hogar con niños y niñas a cargo, que se desempeñan en la actividad laboral informal y sin cobertura de seguridad social, están padeciendo las peores consecuencias de un Estado que se retira del cumplimiento de sus obligaciones en relación a los derechos humanos y las necesidades elementales de esa población vulnerable, como alimento, vestimenta y vivienda digna. Insensibilidad y falta de empatía.

En momentos en que la población más necesita el amparo del Estado, el gobierno prioriza aspectos fiscales antes que asegurarle el sustento más elemental a nuestra gente, porque los recortes en Vivienda, Educación, Salud y Desarrollo social, los pagan los más vulnerables, lo que se refleja, por ejemplo, en cancelación de realojos y regularizaciones de asentamientos, y en los déficit en alimentación que debería atender el Estado y que terminan siendo suplidos por la solidaridad de miles y miles de vecinas y vecinos a lo largo de todo el país. Falta de apoyo a pequeñas y medianas empresas. Estas empresas, verdadero motor de la economía, que generan gran parte de la fuente de empleo en nuestro país, no han sido amparadas como deberían, como consecuencia de esa actitud del Gobierno, se han perdido miles de puestos de trabajo. Entendemos que se debe proteger a estas empresas generadoras de puestos de trabajo. ¿Acaso alguien puede pensar que con préstamos o diferimientos de tributos alcanza?

La Ley con declaratoria de Urgente Consideración, trajo consigo varios retrocesos en derechos y libertades, porque hay que decirlo con mucho énfasis, hay una enorme discordancia entre el discurso de libertad que esboza el Presidente de la República y las leyes y acciones concretas que se promueve desde el gobierno.
Se escuchan discursos altamente ideologizados sobre la libertad, como el eslogan de “la libertad responsable”, de que no se quiere ingresar a un “Estado policíaco” o adoptar “medidas prontas de Seguridad”, pero por otro lado encontramos que la LUC disminuye las garantías ciudadanas en procedimientos policiales, por ejemplo, en registros o interrogatorios de la policía, pudiendo terminar cualquier persona en la Comisaría por olvidar el documento de identidad en su casa; penaliza los “piquetes” y prohíbe la ocupación de los lugares de trabajo, afectando indebidamente la libertad de expresión y la libertad sindical, en contra de los estándares internacionales de Derechos Humanos y a pesar de las opiniones discordantes de los relatores y demás organismos de protección internacional de DDHH.

Asimismo, se elimina la obligatoriedad de pagar el salario de los trabajadores por instrumentos de dinero electrónico o cuentas bancarias, con el pretexto de la “libertad financiera”, cuando en la ley de inclusión financiera se había establecido esta obligación por razones de interés general, para proteger a los trabajadores y su formalización en el mercado del trabajo, para que no queden al margen de la seguridad social y del acceso a la inclusión financiera. Esto es simplemente una muestra de la concepción de la libertad de este gobierno: es la mera igualdad formal ante la ley, se cree que un trabajador puede negociar en pie de igualdad ante un empleador, lo cual no sólo es una ficción, sino que desconoce un siglo de evolución del Estado Social y Democrático de Derecho, en cuanto a que no alcanza con la igualdad ante la ley, es el Estado el que debe generar igualdad de oportunidades. En definitiva, seguiremos insistiendo en que el Gobierno atienda las necesidades de la población y cumpla con las obligaciones del Estado, que se “haga cargo”, cómo proponía en campaña electoral el Presidente de la República.

Desde el Frente Amplio seguiremos tendiendo la mano para un dialogo nacional que brinde soluciones a nuestra gente, pero al mismo tiempo siendo muy críticos y opositores duros ante las omisiones u acciones que generen que uruguayos y uruguayas no accedan al alimento, a la vestimenta, a la salud, la educación y la vivienda adecuada.

Porque la libertad no se defiende con bonitos eslóganes, sino con cumplimiento de los derechos de nuestra gente, fundamentalmente de los más vulnerables, porque no hay libertad posible, si no se tiene trabajo, si no se puede sustentar el propio alimento y el de la familia. Quizás sea bueno volver a debatir con altura y argumentos las distintas posturas y miradas filosóficas y políticas, de la sociedad, la pobreza y la desigualdad social, porque para quienes tenemos una mirada progresista y defendemos las libertades individuales, entendemos que con la igualdad formal ante la ley no alcanza, porque no todas las personas parten de la misma situación y por tanto es el Estado el que debe asegurar la igualdad de oportunidades a toda la población.

Claudia Hugo